lunes, 7 de mayo de 2012

Mind Over (Pop)Matter: Cuando Reynolds encontró a Greil



    

http://lareviewofbooks.org/article.php?type=&id=591&fulltext=1&media=

http://lareviewofbooks.org/article.php?type=&id=609&fulltext=1&media=

viernes, 4 de mayo de 2012

Opinar, ese mal agotador...


...así lo explica J.A. Montano, tan luminoso y envolvente as usual:


"Me he quitado de Twitter, y ya tampoco estoy en Facebook, ni participo en ningún blog. He dejado de opinar al minuto. Al principio es como un miembro fantasma: actúa, pero nada se mueve. Obviamente, abro la prensa y me cabreo. Me cago en unos cuantos, me sulfuro; le pego un acelerón al taxi. Es un vicio infecto el de opinar. Las opiniones "con las que estoy de acuerdo" me molestan ya tanto como las contrarias. Es el conglomerado político-periodístico lo que me molesta. Hay que elevarse, pasar a otra cosa. Se impone un repliegue alejandrino: epicurear un poco. Ahora que se cumplen diez años de la muerte de Billy Wilder, he leído otra vez un chiste que solía contar en sus últimos tiempos:
–Doctor, vengo porque no puedo orinar.
–Bien, ¿y qué edad tiene usted?
–Noventa años, doctor.
–Entonces, ya ha orinado bastante.
Yo tengo la mitad de años pero es igual: ya he opinado bastante."


http://joseantoniomontano.blogspot.com.es/2012/04/repliegue-alejandrino.html

jueves, 3 de mayo de 2012

Space Is The Place: "Come On Humans!"




http://www.dazeddigital.com/music/article/13335/1/exclusive-mickey-moonlight-video-premiere?utm_source=MadMimi&utm_medium=email&utm_content=Hy%C3%A8res+Festival+2012+%7C+London+Mayoral+Elections+%7C+Bauhaus+Expo&utm_campaign=Hy%C3%A8res+Festival+2012+%7C+London+Mayoral+Elections+%7C+Bauhaus+Expo&utm_term=895191_jpg

Kareem, Sky Hooks & Harlem Jazz






"No puede haber ninguna duda de que el jazz me ha hecho una mejor persona de lo que hubiera sido sin él. La música inspira mi pasión por la participación plena y en abundancia en la vida. Y los grandes del jazz que he conocido, desde Miles Davis a John Coltrane a Louis Armstrong a mi papá, me han inspirado a ser disciplinado, ambicioso, cuidadoso y dedicado a mi comunidad. Además ,el jazz, también ha hecho de mí un mejor jugador de baloncesto".
(Kareem Abdul-Jabbar: “On The Shoulder Of Giants – My Journey Through The Harlem Renaissance”, Simon & Schuster 2007)

Con esta vehemencia expresó su vínculo -humano y deportivo- con la música que ama desde su raíz, un jugador tan irrepetible como difícil de imaginarse compitiendo en la actual NBA: Ferdinand Lewis Alcindor, el  talentoso adolescente de Harlem que ya fue objeto de un reportaje para la revista Life en 1963 con solo 15 años, convertido en estrella máxima del baloncesto universitario con los invencibles Bruins de UCLA, alcanzó un principio de madurez personal a edad bien temprana, y durante el verano de 1968, decidió dejar atrás el catolicismo de su familia –descendientes de yorubas llevados al Nuevo Mundo por el tratante de esclavos del que habían heredado el apellido- para convertirse a la fé del Islam con un nuevo nombre, Kareem Abdul-Jabbar (“Noble servidor del Poderoso”), y el orgulloso afro-centrismo propugnado por Malcom X y los black muslims como guía para toda su actuación pública posterior.


El Kareem multicampeón  que llegará un año después a la liga profesional americana, destinado a batir récords de anotación, inteligentísimo hombre grande que administra sus sky hooks de manera eficaz y despiadada, parangón del dominio mental del juego y agraciado con una insólita longevidad en la élite, harto productiva para Bucks y Lakers a lo largo de veinte temporadas, es ya también un activista consciente de sus posibilidades para ejercer de representante/amplificador de una negritud cultural muy necesitada de visibilidad y respeto por parte del mainstream norteamericano.
                                                                                                                                                                De esta forma, asistiremos a su reivindicación, tan pertinente, del periodo dorado que supuso la Harlem Renaissance durante los años 20 y 30, o a una elocuente asunción de la deuda con el panteón de sus ídolos musicales en el libro de memorias ‘Giant Steps’ –cómplice, ya desde el título, con el preciado cordón umbilical que une, entre otros muchos titanes, a “San” John Coltrane con las manifestaciones sociales y artísticas de la moderna experiencia afroamericana-, han convertido a Kareem en alguien tan sumamente especial en esta época de cinismo universalmente asumido y hegemonía asfixiante de la sociedad del espectáculo, un deportista laureado y extraordinariamente exitoso cuyo rol fuera de la cancha trasciende con mucho la fama mediática que llegó a adquirir en sus años de glamour angelino. 


Ese Jabbar-personaje que coqueteaba abiertamente con Hollywood (¿le recuerdan junto a Bruce Lee en “Game Of Death”, o jugando a la autoparodia más bizarra en la eternamente desternillante “Aterriza como puedas”…?) se demostró compatible para el pívot neoyorquino y sus apetitos personales, con otro tipo de actuación extradeportiva, efectuada cada vez con más rigor y dedicación, calado y renombre, alimentada constantemente por el amor a una tradición musical de la que él se siente humilde discípulo y proselitista agradecido, un miembro activo de la comunidad global de fans que refrescan, hornada tras hornada, la pasión genuina por el jazz, la riquísima colección de mensajes emocionales en las que se enmarca, y los porqués profundos de su génesis, desarrollo y esplendor.
  
 


Trás haber superado los embates crueles de la leucemia en los últimos años, Kareem Abdul-Jabbar ha sido nombrado este Enero por Hillary Clinton y la administración Obama, embajador cultural de los EE.UU., uniendo su nombre a una lista de gran prestigio que incluye, en condición de pionero absoluto de los de su estirpe, a todo un Louis ‘Satchmo’ Armstrong. Algo nada trivial para el mito del basket mundial que escribió estos versos: “Los brazos como guías / Mis gafas, una forma de elegancia / Y la vida, como una oportunidad: / Los triunfos suenan mejor con jazz”.                                                                  
Y es que, tras la máscara, algo hierática, de la estrella  –“Showtime” o no, da igual- que compartió victorias con Oscar Robertson y Magic Jonson, habita un corazón enorme que se nutre de las glorias creativas de otros gigantes, muchos músicos entre ellos, a los que Jabbar pudo tutear en el “uno contra uno” de la vida: cuando, en 1983, su casa de California ardió en un accidente, Kareem perdió más de 3.000 elepés de su valiosa colección; muchos fans se ofrecieron desinteresadamente a reponer los títulos complicados (o directamente, imposibles) de localizar. Es de esa clase de amor de la que queríamos hablar hoy.

©luis avin fernandez   
    / mercadonegro2012  




miércoles, 2 de mayo de 2012

Hacer Tiempo


...una historia real...















Hacer Tiempo



La canción parecía que iba a terminarse, pero volvió a comenzar. Y luego, otra vez. Y otra. Y otra más.

Nadie en el restaurante mostraba el menor interés por el fenómeno, ni hubo comentarios ni muestras de cabreo ante la insistencia de aquella rumbita pegajosa, a todas luces atascada en un bucle demasiado poderoso para un reproductor de cedés con excesivas batallas a cuestas.

Mi acompañante y yo cruzamos unas cuantas miradas de caústica complicidad, mientras apurábamos sin especial entusiasmo nuestras consumiciones. Habíamos llegado hasta la librería contigua un rato antes de la hora de apertura oficial, y decidimos hacer tiempo en aquel local, tan anónimo y genérico como la pieza obstinada en plegarse sobre sí misma desde, al menos, el momento de nuestra aparición.

Resignados, nos concedimos el dudoso placer de otra par de escuchas del mantra neo-marismeño, y salimos a la calle justo cuando abrían las puertas del objeto de nuestra presencia en semejante lugar, dejando atrás unos cuantos clientes sumidos en la digestión más zombi, un camarero fingiendo actividad ante su malcarado jefe, y la perpetua fanfarria que a nadie parecía importar…

Unos tres meses después, repetí visita al barrio (en solitario esta vez), en busca de unos títulos que había encargado por teléfono a mi contacto en la tienda. Nuevamente, me presenté demasiado pronto y, con cierto morbo, entré a hacer tiempo en aquel negocio cutre del que huimos con alivio en la anterior ocasión.

Habían redecorado a fondo, empeorando –si eso era posible- la estética de “lujo ultra-barato” que todavía recordaba. Tampoco los camareros ni el encargado eran los mismos, o eso me pareció. Quizás sí lo fueran los clientes; al menos sus rostros, su gestualidad abotargada y sus modales de compadreo universal resultaban intercambiables con los que encontramos en nuestra primera experiencia allí.

Y de repente, me quede paralizado al percibir lo que sonaba de fondo, esta vez a un volumen tan bajo que no había conseguido distinguir de qué se trataba hasta alcanzar la barra, muy cerca del equipo de música y aquellas pantallas enanas, ridículamente decoradas con banderines e imágenes regionales. Era la misma canción que recordaba, y estaba terminando. Pero, en vez de eso, volvió a arrancar. Salí huyendo, sin esperar a la siguiente repetición.

Hacer tiempo, cuando el tiempo mismo se pliega y nadie a tu alrededor se da por enterado.


   ©luis avin fernandez / mercadonegro2012

jueves, 26 de abril de 2012

Imágenes Públicas










Shackleton reedita "Woe To The Septic Heart!"







http://boomkat.com/search?q=Music%20For%20The%20Quiet%20Hour%20/%20The%20Drawbar%20Organ&fields[]=&utm_source=Boomkat+Production&utm_campaign=a0983d764b-Shackleton_Now_Shipping&utm_medium=email

Eighteen months since their first issue, Woe To The Septic Heart!'s long delayed 2nd release finally dawns upon us. Comprising entirely new and previously unreleased Shackleton material - including collaborations with vocalist Vengeance Tenfold and musical spars Andreas Gerth (Tied & Tickled Trio) and Kingsuk Biswas (Bedouin Ascent) - it's also his most shocking and invigorating body of work. 

What strikes us first and foremost is the newfound vitality and visceral impact of his sound here. Any signature murk is replaced with a lysergic lucidity and rendered in widescreen 3D that consumes the senses with ultra-vivid potential. The CD entitled 'Music For The Quiet Hour' features your venerated protagonist and his mystical interpreter, Vengeance Tenfold in the extended format we've long wished to hear them, astral projecting cut-up passages of Tenfold's apocalypse-baiting text over five meticulously crafted sonic topographies which stretch to the periphery of the mind's eye and ever further into inky blackness. This combination of poetry/spoken word and dark ambience clearly calls to mind Deathprod's 'Reference Frequencies', but the choking bass pressure and timbral cadence are innately Shackleton, just presented in a vital new form. 

But, perhaps the most subtle yet striking new element is the wheezing, scaling tonal spectrum siphoned through the Italian drawbar organ module which inspired the title of 'The Drawbar Organ EPs'. Spread across three 12"s or a CD (depending on the format) and effectively forming an album in their own right, it's here that we find more condensed, rhythmically structured episodes reminding of his recent live shows - which are, in our humble opinion, the finest in the world right now. Meditating on late '60s/early '70s Reich-ian rhythm phasing, stained with carmine Italian horror vibes, driven by wanton Junglist and post-punk torque and enveloped by a universal consciousness alluding to Alice Coltrane, it will take longer than we have right now for these tracks to settle in fully, but we can assure you that they're of the rarest, most precious substance. 

Available as a deluxe triple vinyl and CD boxset or a lush Double CD edition - both featuring bespoke artwork and booklet of illustrations by Zeke Clough, and both strictly limited! 

" I Was Born This Way" - El largo viaje de Carl Bean





Valentino 45Carl Bean 45

http://33revolutionsperminute.wordpress.com/2011/02/11/i-was-born-this-way-lady-gaga-carl-bean-and-the-disco-protest-song/

Carl Bean 45Carl Bean CD single

http://queermusicheritage.us/jun2002v.html



http://www.lasentinel.net/Carl-Bean-I-Was-Born-This-Way.html

Manhatitlan





http://www.feggo.com/


Manhatitlan Chronicles
The Manhatitlan Chronicles animation
The Manhatitlan Chronicles(1999, 7 min. color, 16 mm.)
An animated flight of fancy that transposes elements of Mexican culture onto the cityscape of Manhattan. A humorous view on how Mexican and American cultures playfully intertwine. The Manhatitlan Chroniclescelebrates the great ethnic diversity of New York, paying homage to the people who constitute its ever changing population. The film consist of 5 humorous segments that underscore ethnic tradition in this era of multiculturalism and globalization.

  • Awards: Best Experimental, Cinefestival 2000, San Antonio, TX; President Award, Ajijic Film Festval, Mexico. Screened at more than 50 film festivals worldwide and cultural institutions (Guggenheim Museum, New York City and the Reina Sofia Museum, in Madrid, among others).
Manhatitlan Codex
© Felipe Galindo 2008
Animation (5:32 min, 2008)

Felipe Galindo's new digital animation, narrates an imaginary migration of a group of Mexican people to the US, inspired by Aztec mythology and American history. This animation explores the concepts of homeland, migration and globalization. Music courtesy of Blaine L. Reininger (Tuxedomoon).
The Manhatitlan Codex is also a traveling exhibition that features works on paper and animation.
Manhatitlan Codex

lunes, 23 de abril de 2012

A Church, A DJ & A Sampler


Antes...




...y después


                  
Robert Hood, We Magnify YOUR Name...!!!

¡ Viva Pixiguinha !


El 23 de Abril se celebra en Brasil el Día del Choro, ese asombroso género-madre, bien presente en el ADN de todas las músicas desarrolladas posteriormente en el siglo XX carioca. La merecida celebración:


...Y una prueba de la absoluta plasticidad del linaje, choro vivo en presente, con el tremendoYamandú (y un público de matrícula de honor):