viernes, 4 de mayo de 2012

Opinar, ese mal agotador...


...así lo explica J.A. Montano, tan luminoso y envolvente as usual:


"Me he quitado de Twitter, y ya tampoco estoy en Facebook, ni participo en ningún blog. He dejado de opinar al minuto. Al principio es como un miembro fantasma: actúa, pero nada se mueve. Obviamente, abro la prensa y me cabreo. Me cago en unos cuantos, me sulfuro; le pego un acelerón al taxi. Es un vicio infecto el de opinar. Las opiniones "con las que estoy de acuerdo" me molestan ya tanto como las contrarias. Es el conglomerado político-periodístico lo que me molesta. Hay que elevarse, pasar a otra cosa. Se impone un repliegue alejandrino: epicurear un poco. Ahora que se cumplen diez años de la muerte de Billy Wilder, he leído otra vez un chiste que solía contar en sus últimos tiempos:
–Doctor, vengo porque no puedo orinar.
–Bien, ¿y qué edad tiene usted?
–Noventa años, doctor.
–Entonces, ya ha orinado bastante.
Yo tengo la mitad de años pero es igual: ya he opinado bastante."


http://joseantoniomontano.blogspot.com.es/2012/04/repliegue-alejandrino.html

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